viernes, 6 de noviembre de 2009

AUTOBIOGRAFÍA

Esa mujer que ves ahí
no tiene nada.
Sus manos no saben de anillos
pero anidan mariposas,
no tiene mas adorno sobre su pecho
que dos enhiestas esmeraldas,
ni más vestido que la cubra
que las huellas que un amante le dejara.
Esa mujer que ves ahí,
anda desde siempre pie descalza,
y no tiene pasaporte,
ni cédula,
ni esperanza,
pero le sobran caminos,
tierras profundas y lejanas,
y aunque no tiene nombre,
los pájaros la llaman.
Esa mujer que ves ahí
no tiene casa...
Y para cama le basta una sonrisa...
Se asoma al mundo por su única ventana
que le confirma que está viva.
Esa mujer que ves ahí no tiene nada
mas que un gran amor en la distancia:
Por el que le brotan mil luceros en el vientre,
por el que se viste de luz,
por el que calla,
por el que las nubes se le incendian,
por el que las noches no se acaban...
Esa mujer que ves ahí
a veces ni siquiera sabe sí en verdad existe...
Y entonces se convierte en frágil yerba
o en ráfaga de viento que asustada
corre a refugiarse en tu palabra

6 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Las palabras toman valor, cuando son una: AUTOBIOGRAFÍA. Precioso y elocuente tú rastro.
    Gracias por escribir de esa manera tan sutil.
    Un abrazo.

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  3. quede extasiado ante tan bello poema,muy bien estructurado por cierto,que bello y sublime sentimientos los tuyos ,gracias por compartir tan hermoso poema.

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  4. Lindo poema. ¿Podría saber en qué año lo escribiste o si pertenece a algún poemario en concreto?

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